sábado, 28 de marzo de 2009

NACIONALISMO DEMOCRÁTICO NACIONALISTA

El mes pasado me referí aquí mismo a textos que me gustan porque (no aunque) no me dicen nada nuevo. Era a propósito de un artículo de Juaristi: 'País Vasco: ¿Fin del ciclo nacionalista?'.

La misma sensación placentera he tenido esta mañana. Anoche estuve garabateando en torno a un tema que me intriga. Y he aquí que me desayuno con mi proyecto de artículo acabado, en letras de molde. No con mi nombre, naturalmente, y desde luego, mejor concebido y parido que en mis palotes. En suma, el artículo del profesor Aurelio Arteta, 'Sin miedo al frente', me ahorra la labor de reescribirme. Con retitularlo a mi modo, queda suficiente.

Al hablar ahora y siempre de nacionalismo, me refiero al que nace de una voluntad de poder exclusivo y excluyente, no al folclórico y verbenero. Es que, por edad, soy heredero de la distinción (ya anticuada), regionalismo vs. separatismo.

La toma del poder nacionalista empieza por la perversión y apropiación del lenguaje. Empezando por el pronombre personal, nosotros. Palabra pervertida, cargada de explosivo. No 'polvora del Rey'; pólvora de verdad, para fuego real. «Gu ta gutarrak» era el título de un cuento satírico de los años 70. Por desgracia, no es sólo eso, sino una realidad social escrita con sangre indeleble.

La Democracia a secas, la de todo el mundo, no interesa porque no sirve. Se re-crea, como 'verdadera democracia', o para entendernos, 'democracia nacionalista'. Los nacionalistas no la llaman así; al contrario, adjetivan con desprecio la democracia que les es ajena: 'democracia a la española', por usar un ejemplo bien conocido por estos pagos.

A partir de ahí, el diccionario es suyo. La sintaxis, la prosodia y ortografía, todas suyas. Lengua, símbolos, ideología, sistema. El paso siguiente es apropiarse el territorio y el pueblo: «Los vascos para Euzkadi, Euzkadi para Dios» Arana dixit, y cualquiera puede rumiarlo, con los pintxitos y la sidra, en la barra de cualquier bachoqui. Todo lo que no es nuestro nos es contrario.

¿Nacionalismo totalitario? Cuestión abierta, para mí. Supongo que hay totalitarismo no nacionalista, al menos en teoría. La 'dictadura del proletariado' en versión nacionalista sería algo grotesco –todo lo grotesco que suena, y que es, el 'socialismo' o el 'marximo-leninismo' en boca del abertzalismo radical–.

Lo que veo menos claro es la pregunta inversa: si cabe nacionalismo no totalitario, o que no propenda a serlo. Concedamos el beneficio de la duda, para seguir hablando de 'nacionalismo democrático'. En todo caso, su democracia no es la común. Es una 'democracia nacionalista'. Y así, para referirnos a un hipotético nacionalismo no totalitario, no bastará llamarlo 'nacionalismo democrático'. Habrá que precisar: 'Nacionalismo democrático nacionalista'.

Es la única forma de definir a un nacionalismo que sigue enredando con el lenguaje. Que al juego democrático adverso lo llama 'golpe institucional', o apela a 80.000 razones para, desde la oposición, «seguir cumpliendo el mandato (¡?) de gobernar este país, en las instituciones ydonde sea».

Un nacionalismo que sin pudor reclama como suyas las voces y los votos nulos de estas últimas elecciones. Votos que son «precio de sangre»; voces que son «la voz de la sangre fraterna que clama». Para no ponerme demasiado bíblico, sólo entrecomillo y excuso las citas. También esta otra: apelar a esos votos, es como pedir que esa sangre inocente de mártires de una Democracia que no es la suya caiga sobre sus cabezas. También sobre las de los nacionalistas demócratas nacionalistas.

3 comentarios:

  1. Democrático, entre Nacionalismo y Nacionalista, hacen un bocadillo totalitario.

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  2. Sí, Luigi. Y más que un bocata: un ‘torto’, como los hacíamos en mi caserío los chavales cuando coincidía matanza y cocedura de pan. Una buena empanada demócritotoricalitaria.

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  3. Admirado BELOSTI:
    Su pregunta es retórica porque bien conoce la respuesta: Todo nacionalismo es totalitario.
    "Nacionalismo democrático" es un oxímoron cruel, cínico, como lo es la casta que nos gobierna.
    El nacionalismo no es tan siquiera anti-democrático. Es pre-democrático.
    El nacionalismo nace precísamente frente a la esencia de la democracia: el individuo.
    Para el PNV no somos ciudadanos, somos VASCOS.
    Ese es nuestro sentido en la vida.
    ¿Dónde se ha visto que las ovejas piesen por su cuenta? Son ovejas. Su felicidad está en agruparse, en desaparecer como individuos en la feliz Arcadia del rebaño.

    Tras todo discurso nacionalista, sea el de ETA, el de Franco, el de Urkullu o el de Hitler, subyace el concepto de "Voluntad Nacional".
    Es "La Nación" y no los individuos quien sabe lo que conviene. Y su voz habla a través de sus Sumos Sacerdotes: ellos.

    ¿Existe un nacionalismo "moderado"?
    Existe como existe un islamismo moderado: mientras estén en minoría, moderarán sus apetencias, esperando que llegue su momento.
    Un cariñoso saludo

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