Hay frases que empiezan a oírse un buen día, se ponen de modo, y terminan siendo familiares. «ETA debe desaparecer». He aquí una de ellas. Muy repetida en los últimos años. ¿Cómo cuánto de repetida? Teste Google: 97.900 resultados, hallados en 50-90 milisegundos.
Una oración gramaticalmente perfecta. Oración: expresión de un juicio; aquí también de un deseo; una orden tal vez... Pero sobre todo, una expresión inquietante. Yo al menos siempre la he percibido con inquietud. Preguntándome siempre –y eso es lo malo–: «¿quién lo dice?»
Ese quién se despliega en amplio espectro social. Famosos y desconocidos, patricios y plebeyos, clérigos y seglares. Todos coinciden. Obispos 'vascos-vascos', como el de San Sebastián monseñor Uriarte; 'vascos-maquetos', como el de Bilbao monseñor Blázquez; 'no vascos-no maquetos', como el cardenal Cañizares, arzobispo de Toledo. Éste último justificaba ese deber de ETA, porque «con el terrorismo no se negocia», y en vez de ofrecerle algo en contrapartida, le imponía un segundo deber: «pedir perdón públicamente».
También del mundo seglar tiene ETA muy oída la misma antífona. A veces también con apostillas, algunas pintorescas. Así a principios de este año, Miren Azkarate, portavoz del Gobierno de Ibarretxe escribía: «ETA utikan, ETA debe desaparecer para siempre». Contundente, ¿verdad?...
No; creo que no me hago entender. Lo de contundente no se refería al «para siempre» (que nunca sobra), sino al utikan. Interjección imperativa donde las haya: ¡fuera!, sí, pero en vascuence, bien por ser este idioma más expresivo que el español, o porque así lo entiendan mejor los interesados. Es una palabra decimonónica, que muchos puristas prefieren, porque no suena tan a castellano como ese viejo kanpora , que usa el vulgacho, y lo entienden todos los canes de este país. ¿Qué digo? ¡hasta en Castilla funciona! Pues bien, volviendo al tema: Algún día las pintadas y pancartas se pasarán del kanpora al utikan. Y cuando eso suceda, siempre podrá doña Miren sonreír con sus claros ojos: «Yo fui la primera». Ahí queda eso.
Pero veo que se me va la olla. Lo que antes he dicho del pintoresquismo azkarateño iba por otro lado. La definición que la entonces Consejera de Cultura daba de ETA: «el último resto del franquismo». No creo que esas cosas a ETA le hagan efecto, y en cambio más de un prócer superviviente político del régimen anterior se habrá sentido ninguneado de forma injusta y gratuita.
Otro que por supuesto hizo uso de la frase de marras fue el lendacari Ibarretxe durante su mandato. No me tienta aproximar las veces que lo repitió. Eso sí, a cuál más preocupante. Serán figuraciones, pero cada vez que el de Llodio decía «ETA kanpora», o de otro modo la invitaba a desaparecer, jamás fue para abominar del día en que unos vascos malaconsejados eligieron el camino de la violencia terrorista. En su discurso, las condenas de la banda siempre sonaron a muy cerebrales y ponderadas, incluso sacrificando la moral y la decencia cuando así convino a la jugada política. Sólo en su última etapa, cuando la estrategia etarra interfirió y puso en jaque su plan soberanista, Ibarretxe llegó alguna vez hasta perder los nervios, expresando con demasiada franqueza su decepción y amargura, ante la insolidaridad de unos patriotas que, a fin de cuentas, iban a lo mismo. ETA, misión cumplida, servicios prestados a la causa, la paz de los valientes.
En el PNV, como en cualquier familia política numerosa, hay gente para todo. Hay bocas para todas las ocasiones y de todos los tamaños. Hoy toca boca, mañana boquilla, ayer bocaza. Como partido, eso da más juego.
Entre las bocas grandes del PNV, en este momento dan como chapeldún a Joseba Egibar, que además es todo un jatorra. Ahí se le ve, cómo se retrata departiendo con amigos, cómo inmortaliza un encuentro, qué estampa de familia. ¡Y cómo la goza el abuelete de la boina, con la lengua que se le sale de la boca! Unos años atrás, lo mismo va y les dice: «ego vos absolvo, ego vos coniungo». Otros tiempos. Hoy todo está muy secularizado.
Y bien, ¿qué estará diciendo Egibar a los colegas? Se adivina más fácil lo que no les está diciendo: que ETA debe desaparecer. ¡Cómo! ¿Es que este hombre no conoce la expresión de moda?
A mí no me cabe duda, es más, estoy seguro de que Joseba también ha pronunciado alguna vez la frase sacramental. Sólo o acompañada de otra frase, pero apostaría a que la ha pronunciado. También es verdad que no puedo demostrarlo. He picado en Google: 'Egibar dijo que ETA debe desaparecer'; y el buscador me responde con un «no se ha encontrado ningún resultado», añadiendo piadosamente: «Quizás quiso decir: "Egibar dijo que ERA debe desaparecer".» Pues no, admirado Google. De todas formas, muchas gracias.
Insisto, no obstante. ¿Qué tal así?: 'Egibar dijo: «ETA debe desaparecer»' Tecleo… y aquí Google pierde su flema proverbial y me larga con cajas destempladas a tres entradas:
1. Una que no habla de Egibar ni de ETA.
2. Otra es de una bitácora (Etimologías), preguntando «por qué Egibar dijo, hace ya unos cuantos años, que España le daba más miedo que la ETA». ¿Y que hay del verbo 'desaparecer'? Pues que, por lo visto, «las almadrabas pueden desaparecer de Cádiz».
3. Sólo esta cita añeja de Mikel Azurmendi ('La cuestión', ABC, 2002): «Hace cinco años Egibar dijo: "No aceptaremos la derrota militar de ETA ni la derrota política de HB"… Esta misma semana dijo que ilegalizar al brazo político de ETA es preparar "un escenario de tintes diabólicos"».
Ahora bien, es notorio que el buriquide guipuzcoano, alguna vez, ha deseado, rogado, recomendado, pedido o exigido que ETA desaparezca. Pero, ahora que caigo, no lo dijo como un deber, sino un tener: «(ETA) tiene que desaparecer por decisión propia», decía en mayo. Y un año antes pensaba lo mismo, para dar paso a la consulta del Plan Ibarretxe, etc. Y ahora sí. Cruzando a Egibar con la ETA, en 90 milésimas de segundo Google encuentra hasta 1.000 veces en que el buruquide de la boca grande ha dicho eso mismo, al pie de la letra.
Aunque tampoco nos engañemos. Casi todo ese millar de referencias se reduce a unas mismas tres o cuatro veces, bastante recientes. Y siempre con apostillas, peros, condiciones y contrapartidas. Por ejemplo:
«Para que "el futuro de este pueblo sea sostenible…,ETA tiene que desaparecer", pero además el PP y el PSE tienen que"reconocer, desde el respeto, la existencia del pueblo vasco y su derecho a decidir".» Todo intento de acabar con ETA sin darle nada a cambio son ganas de que ETA se perpetúe y no desaparezca.
Según eso, aunque Egibar es capaz de repetir la frase, Google demuestra que no la prodiga. Y tanto Google como la foto de familia indican que en ese encuentro no la gritó ni coreó. Todo lo más, el ambiente distendido y jocoso podría dar esta lectura de labios:
–Anda, Joseba, suéltalo de una vez, aquí, si te atreves.
–¿Soltar, lo qué?
–Eso. Que ETA debe desaparecer.
–Eso. Que ETA debe desaparecer.
–Yo nunca he dicho tal cosa.
–¿Qué pues?
–ETA tiene que desaparecer. Deber, tener: no es lo mismo.
–Anda la hostia, pues es verdad. Apunta: deber…, tener… Muy bueno.
La misma foto demuestra que el jeltzale no fue personalmente mal recibido, como algunos han dicho. «Ayer no oí ni un sólo grito en contra del PNV, ni a favor de ETA», asegura Biturie, nacionalista, en 'La estrategia de E(T)A'. ¿Tapones en los oídos? Porque a otros sí les zumbaron los suyos. Por ejemplo a Urkullu, ausente de una «marcha que terminó, por cierto, siendo un clamor a favor de ETA», según Tonia Etxarri.Sea como fuere, por propia voluntad o de encargo, Joseba ha sido de nuevo el celador de los derechos de la izquierda abertzale, el hombre de los contactos con ese mundo, para la nueva alianza, frente común, akordión o lo que suene. Con él, por él y en él, su Partido estuvo allí:
–Así que el PNV estuvo en Donostia.
–¿El PNV de Egibar?
–¿El PNV de Egibar?
–El PNV.
El abuelete al que alude Belosti, Tasio Erkizia, ya presentaba signos de decrepitud hace tiempo. Una de sus regocijantes frases fue aquella que decía; "Francia se ha convertido desde hace unos años en el enemigo secular del pueblo vasco"
ResponderEliminarCierto, Pussy; la frase de Erkizia (1993), muy celebrada, la lapidíficó el Patrón en uno de sus párrafos magistrales:
ResponderEliminar«El tiempo es una magnitud elástica en Euskadi. En los primeros años 90, el dirigente batasuno Tasio Erkizia explicaba la inquina que su tropa sentía por la vecina Francia: 'desde hace siete años, el Estado francés se ha convertido en el enemigo secular del pueblo vasco'.»
El pobre Tasio. Le llaman así: '¡POBRE TASIO!' Copio de Anasagasti:
«Sacerdote exclaustrado, no predicó posteriormente el mandato evangélico de “perdonar a los que nos ofenden” y decidió taparse los ojos y borrar de los diez mandamientos, el quinto, aquel que dice NO MATARÁS; y aunque él sea incapaz de matar una mosca, también es incapaz de pedirle a ETA que no mate seres humanos… Una pena. ¡Que patético es todo esto y, sobre todo ¡que poco vasco!»
Claro quede que lo de «poco vasco» es de Anasagasti, él sabrá.
He aquí un par de comentarios a su entrada en su blog sobre 'el pobre Tasio':
«Por cierto, en clase de Religión, en la ikastola, el niño Jesus de Tasio enseñaba a hacer pancartas para las manis en lugar de su obligación que era enseñar religión.»
JELen (Publicado por: OISAT | 12/26/2008 en 08:23 p.m.)
«Tuve el 'privilegio' de que el señor Tasio Erkizia me diera clase, hace ya unos cuantos añitos… Sus clases eran de lo mas 'democraticas' tanto, que en sus clases de Bertsolaritza, no se calificaba de igual modo un Bertso dedicado a 'Udaberria' que uno cuyo tema principal era 'Borroka eta askatasuna'. Por supuesto, este segundo era calificado con una nota muchisimo mayor que el primero. En fin, señor Erkizia, todo un democrata! Si señor. Por cierto, por suerte para la educacion en Euskera, este señor ya esta jubilado.»
(Publicado por: Ibarretxe. Y | 12/29/2008 en 09:34 a.m.)
En efecto, el exclaustrado Tasio Erkizia Almandoz (Lesaka, Navarra, 1943), un buen día vino a Bilbao y desde 1971 dio clases en la ikastola El Karmelo, en el barrio de Santuchu. Su nueva buena nueva no caló por igual en todo su alumnado, como acabamos de ver; pero también tuvo alumnos aventajados, como un tal Txeroki:
«El modelado del etarra Txeroki comenzó muy pronto. De niño se empapó de las consignas batasunas en la escuela. A pocos metros de su hogar de Santutxu está la residencia de Tasio Erkizia, histórico dirigente de la extinta HB. En 1977, con cuatro años, sus padres le metieron en la ikastola Karmelo, que concitaba a padres del entorno aberzale radical. Allí impartía clases Tasio Erkizia…»
La biografía de Tasio en Wiki es pobreta con avaricia. Para lo que dice, mejor la realidad, nada. La verdad es que ni en el artículo de su pueblo, Lesaka, figura como hijo ilustre.
Lo único nuevo que leo de Tasio me ha sorprendido: le tenía por bastante mayor. Ahora lo entiendo, los «siete años seculares», que dice Santiago González.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarY en la fotografía de portada,
ResponderEliminarComo tratantes de ganado, el apretón de manos sella el trato. Dispuestos al sacrificio, de otros.