Parece que la Consejería de Cultura ya tiene nombre: Blanca Urgell, Catedrática de Filología Vasca, especialista en lexicografía eusquérica.
Urgell entraría al gobierno como independiente. Eso le merece un respeto especial en las presentes circunstancias. Y quiero expresarle el mío, ya que alguna vez hice de la profesora mención más considerada que admirativa. Concretamente el año pasado, el 1 de noviembre, a propósito de su candidatura a la Real Academia de la Lengua Vasca – Euskaltzaindia, escribí en el Blog de Santiago González:
«Nunca he dudado de la competencia profesional de Blanca Urgell. Es más, aguardo los resultados de su trabajo en equipo, con la edición definitiva del manuscrito Lazarraga.»
Urgell no resultó elegida académica, y eso ni me va ni me viene. Ahora se la anuncia como Consejera de Cultura, y con toda franqueza digo que no me gusta. Por varias razones –ninguna personal (no conozco a doña Blanca)– que se encierran en una primera:
1. Para muchos, seguirá vigente la ecuación Cultura = Cultura Vasca = Cultura Identitaria Vasca = Cultura en euskera. No afirmo, porque no lo sé, si la nominada va por ahí. Hablo de un efecto previsible. Hemos sufrido a otra filóloga vasca al frente de Cultura, incluida la política lingüística. Ayer mismo, Ramón Zallo publicaba un artículo (envejecido ya en 24 horas), donde sólo le faltaba postularse él mismo para seguir en el puesto de asesor de Cultura, pero sobre todo, donde la ecuación identitaria era manifiesta. Otrosí,
2. Blanca Urgell es la misma persona que dijo en una entrevista:
–¿Qué piensa del Manifiesto por la Lengua Común?
–Es ridículo. El castellano es una lengua pujantísima en cuanto a difusión, número de hablantes, literatura... Quien diga que el castellano está en peligro, no sabe de lo que habla.
Así de rotundo: «Es ridículo». Algo se echa en falta: sindéresis, o sinceridad, a elegir.
3. Por cierto, Urgell pasa por adalid crítica frente a la impostura de Iruña-Veleia. Y en esa misma entrevista, de agosto 2008, como tal se revelaba. Sin embargo, en 2006 –cuando el 'Calvario' veleyano y demás infundios provocaban estupor, indignación y risa; o peor, cuando unas declaraciones del profesor Gorrotxategi venían a romper no sé que pacto de silencio sobre las inscripciones euskéricas–, todavía la profesora, en la órbita del crédulo Knörr, había hecho otras declaraciones mucho menos contundentes.
4. Este último punto es el más subjetivo, lo reconozco. Blanca es euskaldunberri. ¿Y bien? Yo respeto a los euskaldunes, como respeto a los ricos en general. Eso no quita para que los nuevos ricos me inspiren cierta reserva, frente a los ricos de toda la vida, los ricos por herencia (los que también prefería Marcial). Algo así me ocurre con algunos de los otros berris. Sospecho que ese esfuerzo tan meritorio puede inducirles a una sobreestima, a desarrollar celo de conversos misioneros, y por qué no decirlo, a pasar factura.
Con todo, reitero mi total estima personal a la nominada, con el testimonio de mi admiración por su temple, en esta coyuntura trágica. Ayer precisamente el presidente del Bizkai BB, Andoni Ortuzar, volvía a hacer alarde de miseria moral, despreciando el problema añadido a Patxi López para configurar un gobierno a su gusto.
Mucha suerte y acierto, doña Blanca.
De acuerdo con todo lo que dices, Belosticalle. A mí Isabel Celaa me dijo que se negaba rotundamente a firmar el Manifiesto por la lengua común. Lo cierto que las dos no lo han leído y su sectarismo, lo que da idea de su altura intelectual, es manifiesto o no saben leer...
ResponderEliminarQuería decir, en mi comentario anterior, que no saben leer porque en en el Manifieto por la lengua común en ningún momento se dice que el español (¡una lengua con más de 400 millones y la más estudiada como segunda lengua tras el inglés!)esté en peligro o que goce de mala salud. Lo que se dice en ese Manifiesto es que los niños (serán los padres los que elijan)puedan estudiar en la lengua que quieran y, por tanto, también en la materna si ésta es el español. ¿Cómo hemos llegado a que tener que defender algo tan obvio sea casi una heroicidad? ¿Defiende este derecho Pachi López? Lo siento, pero permítanme que lo dude. Por sus hechos los conoceréis...
ResponderEliminarA propósito de este artículo, Perroantonio ha comentado en El Blog de Santiago González –también conocido como La Argos– este comentario (2: 32 pm):
ResponderEliminar«comparar a los euskaldunberris con los nuevos ricos tiene exactamente la misma lógica que comparar a los exclusivamente castellanoparlantes con los viejos pobres…» etc.
A lo que he respondido allí (también en extracto):
«Usted lo ha dicho: ‘exactamente la misma lógica’, es decir, la de las comparaciones y ejemplos, que como reconocían los dialécticos antiguos, non ambulant in quatuor pedibus…»
Al parecer, mi ironía en el punto 4), con la referencia a un lugar común (nuevos ricos vs. ricos), no es lo bastante transparente, y debo explicitarla, reconociendo que no me veo inmune a demonios familiares, que tengo mis prejuicios…
La vida me ha dado ocasión de conocer y tratar a algunos ricos, nuevos y viejos, pero sobre todo a muchos euscaldunas. Ciñéndome a éstos, tengo la experiencia de un comportamiento en los zarras espontáneo o natural, que en los berris he echado de menos más de una vez, sobre todo en cuanto se cruzan intereses lingüístico-crematísticos.
Incluso, en ocasiones en que creía que la ‘regla’ fallaba, luego he visto que no del todo, al enterarme de que mi supuesto vascófono materno, excesivo (para mí) celador de la lengua, era en realidad un iniciado.
Enmienda:En el punto 2), sobre una respuesta de la Sra. Urgell expresando su pensamiento sobre el Manifiesto por la Lengua Común, he introducido una modificación que refleja mejor el mío.
ResponderEliminarDonde decía, «sindéresis, o buena fe», digo «sindéresis, o sinceridad». No quiero achacar a mala fe esa interpretación del Manifiesto tan peregrina –que, por otra parte, tampoco fue exclusiva suya.
Don Belosticalle, razona Vd. con la elegancia mecánica de un reloj alemán (entre suizos hay que expurgar mucho)
ResponderEliminarVisto que el nuevo Gobierno va a ser el viejo Partido, es bastante poco lo que la razón nos induce a esperar (bueno) de sus componentes.
Pero estoy con usted en que, aún así, debemos apoyarles en esta "coyuntura trágica" (sobre todo para nosotros)
No entraré en comentar la idoneidad del nombramiento de doña Blanca. Prefiero ponerme en una actitud de wait and see. Por otra parte cuando uno cambia de profesión, de profesora a consejera, suele ser, incluso para uno mismo, una sorpresa las capacidades y discapacidades que emergen repentinamente.
ResponderEliminarDe todas las maneras para muchas cosas (para otras no) prefiero personas que sepan rectificar, que gentes empecinadas en mantenella y no enmendalla. Como tu dices, la todavía profesora Urgell, después de sus declaraciones del 2006 sobre Veleia, hizo otras en el 2008 en las que dijo claramente "los textos que nos han presentado hasta ahora son falsos". Creo que en tu texto no queda suficientemente resaltado este extremo. Cuando alguien rectifica es que tiene capacidad de auto refexión y creo lo que debemos exigir a nuestros gobernantes es más reflexión y menos impulsos
Estimado Zianidriko, aprecio como usted la capacidad de autocrítica y retractación, como puede comprobarlo líneas arriba de su comentario, donde yo mismo me retracto espontáneamente (a 30 de abril, 22:35).
ResponderEliminarAhora bien, sea cual haya sido el giro de la profesora Urgell con respecto a lo de Veleia, al efecto que ahora nos ocupa importaría más saber si tambián ha reconsiderado ella su posición respecto al Manifiesto, y a la libertad lingüística que en el mismo se reclama. Giro éste del que no tengo ninguna noticia. Y no estaría de más que la interesada adelantase alguna explicación, antes de que alguien tenga que recordarle que esa libertad que ella puso en ridículo viene amparada, no sólo por el sentido común y la Constitución, sino también expresamente por la mismísima Ley de Normalización Lingüística, que como Consejera tendrá que aplicar, mientras no se cambie.
Pues bien, hasta para esa defensa de las libertades, sin haber visto creo en la capacidad de reacción de la nueva nominada Consejera, pues de no ser así, sería sarcasmo por parte mía el buen deseo de suerte y acierto que le he expresado.
Quisiera en primer lugar solicitar excusas a Belosticalle por haberle tuteado sin permiso. Agradezco también que manifieste proposito y ejemplo de rectificación.
ResponderEliminarDesearía añadir alguna consideración sobre el comentario sobre el Manifiesto por la Lengua Común. Es cierto que bien parece que Urgell no ha leído el citado Manifiesto. Costumbre, la de no leer lo que se critica, que se ha acentuado con las prisas de la vida moderna. Si tal hubiera hecho, hubiese leído en el Manifiesto cosas como que "nuestro idioma goza de una pujanza envidiable y creciente en el mundo entero".
Sin embargo el título del Manifiesto no deja de tener resonancias agónicas y equívocas. Equívocas, pues parecería que esa lengua común no existe y se trata de crearla. Agónicas, pues es un Manifiesto en favor de una lengua, no de los derechos ciudadanos de utilizar o aprender una lengua. Con buen criterio en el Manifiesto se dice "Son los ciudadanos quienes tienen derechos lingüísticos, no los territorios ni mucho menos las lenguas mismas", pero el título sugiere la idea contraria.
No es extraño que una política, que dificilmente puede ser acusada de nacionalista vasca, como Isabel Celaa no haya querido firmar el manifiesto. En política valen a veces mucho más los titulares que los contenidos.
Yo espero que Urgell no resbale muchas más veces. Espero que lea los contenidos y no solo titulares y firmas. A una Consejera todos los dedos se le deben volverse huéspedes.