Si se patentan genes, no es extraño que se patenten palabras. Que es el modo de poseer en exclusiva lo que expresan. Porque el nombre de las cosas es el certificado de su existencia:
Izena daben guztiak izatea be badauke
(Todo lo que tiene nombre, también tiene ser)
Eso viene a decir un proverbio vascongado, aunque luego vienen sus distingos:
Izenak eztu egiten izana.
Izena bat ta izana bi.
(El nombre no hace el ser. El nombre es uno; el ser, dos.)
Y el chacolí, tres, podemos añadir. Porque, vamos a ver: ¿existe el chacolí?
El chacolí ha existido, hubo algo que se llamó así. La Real Academia Española, en la primera edición de su Diccionario (1729, t. 2, pág. 292) lo registró:
«Vino de baxa calidad y poca substancia, por no llegar la uva de que se hace à perfecta madurez, por cuya causa es de poca duracion. En España solo se halla en las Provincias de Vizcaya y Montañas de Burgos.»
No sugiere etimología, aunque para la palabra siguiente sí lo hace, chacolotear (onomatopeya de un sonido). Nada dice de que chacolí sea vascuence. Es notable que, siendo aquel diccionario ‘de Autoridades’, no se ofrece ninguna para el chacolí, como si fuese palabra no escrita. Más tarde la misma Academia se enmienda, sobre todo en dos puntos: Cantabria es chacolífera y el chacolí es un vino tinto.
En 1742 el jesuita Isla menciona «un chacolí o vinagrillo de la tierra», no referido al País Vasco (Fray Gerundio, 3, 4, 8).
Por entonces, su consocio Larramendi copia de la Academia: «Chacolí, vino de poca sustancia». En vascuence pone chacolina, arnaguea, pero nada dice de origen vasco de la palabra. Y eso que el autor no pierde comba en esto; por ejemplo, casi a continuación: «Chacona. es voz Bascongada, y viene de chocuna, chucuna… », dice por decir (Diccionario trilingüe, 1745; t. 1, pág. 192).
Del mismo siglo XVIII tenemos a Cadalso, Memorias o compendio de mi vida (1762): «hablar vascuence, beber chacolí, plantar castaños…» Aquí sí, el contexto es vizcaíno (Bilbao, Zamudio), pero con eso el chacolí no tiene por qué ser más vascuence que los castaños.
¿Vascuence, chacolí? A los vascófilos no les cabe duda, y hasta discurren etimologías. Por afinidad fonética se relaciona con etxeko, de casa. Por ejemplo, preguntado un chacolinero cuánto fabrica, su respuesta canónica sería: «etxeko ain» (convertida para el caso en etexkolain), «como para casa». Pero, por la misma regla de tres, tan casera y chacolinera sería la sidra, pues quitando a Don Lope el Vizcaíno, rico en manzanas, pobre en pan y vino, y alguno más, los hidalgos a lo Garibay y los labradores sólo hacían sidra ‘patrimonial’, para el consumo propio. Y hablando de etxea, también el perro, txakurra, lo meten algunos en casa como «el (animal) casero» por excelencia. O sea que seguimos donde estábamos.
Tampoco el moderno Orotariko Euskal Hiztegia de la Real Academia de la Lengua Vasca / Euskalzaindia aclara el misterio, ni hurga en fondos documentales vascongados. En este sentido, sólo veo dos afirmaciones sin prueba: que la palabra, documentada desde el siglo XVI, se difunde en el XVII –aunque el Covarrubias (1611, 1673) no la conoce–, y que esa difusión parte del extremo oriental de Guipúzcoa, para designar vinos de origen francés. Veo también citado a Antonio de Trueba, que en Vizcaya no encontró el término hasta un documento de Olabeaga (1630), llamando chacolí a un vino de Burdeos, que a falta de otro se propinó a una soldadesca. Pero si aquí lo hacemos galo, de Francia nos lo devuelven con el Grand Larousse.
La intentona de vasconizar el nombre no se para en barras. Si el término propio vasco es txakolin –en grafía sabiniana, pronunciado chacoliña, con el artículo–, hasta eso se vuelve argumento, pues también otros líquidos bebibles terminan igual: ozpin (vinagre), pitipin, txuzpin (vino aguado, aguachirle). Hombre, si fuese txakopin, sería más convincente.
Siempre hay un consuelo:
«Lo que sí sabemos con rotunda seguridad es la fecha, el lugar, y casi la hora en que la palabra chacolí, en el País Vasco, pasó a ser txakoli. Fue en la Nochebuena de 1895. Sabino Arana se encontraba preso en la cárcel de Larrínaga en Bilbao… » (M. Corcuera y otros, Chacolí / Txakolina, 2010, pág. 161).
Sí, sí, nos lo han contado cien veces, nos sabemos de memoria el menú pantagruélico de aquella cena del político perseguido, en compañía de sus íntimos. Pero aquel fogonazo de inspiración, aquella inmersión lingüístico-etílica del término por la vía ortográfica no pasa de anécdota.
Como, por la otra parte, el francés ni el castellano tampoco ayudan, antes de dejarlo por imposible anoto una propuesta de etimología… hebrea: shehakol (שהכל), pronunciado con e brevísima, sheakol.
El ritual judío tiene hasta cinco bendiciones distintas para tomar un tentempié. Cuatro son específicas de ciertos manjares. La quinta, llamada shehakol, es multiuso, como el nombre indica («para todo»); por ejemplo, vinos no de uva se etiquetan con la advertencia: «vino sheakol». El adjetivo correspondiente sería shakolí: «vino chacolí», como se decía también en castellano. La palabra está tomada de la bendición, que como todas, empieza: Baruch ata Adonay Elohenu Melek haolam (Bendito tú, Señor Dios nuestro, Rey del Universo); concluyendo ésta: shehakol nihyah bidvaro (el que todo existió por su Palabra).
Es sabido que los judíos en la Edad Media anduvieron muy metidos en alcabalas y aduanas, pero no sólo en España, también en Francia. ¿Es posible que en su jerga profesional los vinos de poco fuste entraran irónicamente como ‘chacolí’? Se non e vero, e ben trovato. Hasta la n del vascuence txakolina la ven algunos en la misma bendición: shakoli-nihyah… ¿Quién da más?
Estamos, pues, como al principio, es decir, en ayunas. Lo peor de las etimologías viene cuando compiten varias. Es como ir al médico, y oírle que lo tuyo puede ser del hígado, o bien del corazón, aunque también parece una artrosis de cadera, tal vez complicada con un astrocitoma de cerebelo.
¿Qué significa Bakio? «Remanso de Paz» (bake, préstamo latino clásico, es la paz). Valiente sosada. Baquio es uno de los sobrenombres de Dionisio, el dios del vino. Llamar así a la capital del chacolí no sólo es más propio, sino que puede hacerse razonable inventando un mito milenario sobre la venida de Baco fundador, trayendo un mugrón en vez de un ramo de olivo. Mi propio nombre, Belosticalle, tiene su pequeño tesauro de etimologías. ¿Qué tal esta otra? Belosti, to be lost. Al menos encierra algo de verdad.
En medio de tanta incertidumbre, he aquí que, como hubo Guerras del Chaco, ahora tocan las Guerras del Chacolí. Ha empezado Burgos, dicen, pero interesa también a Cantabria, y puede que a Navarra. Porque Navarra tiene chacolí, como nos recuerda mi buen amigo el profesor Humberto Astibia (UPV/EHU), paleontólogo, experto en caldos del país casi tanto como en sus dinosaurios fósiles.
¿Guerra político-identitaria? ¿Guerra mercantil? ¿Es por el nombre, es por la cosa? Como no soy experto en vinos ni tampoco en marcas y patentes, me ceñiré a lo que tengo más cercano: el chacolí auténtico y autóctono que siempre se hizo y veo hacer en un lugar de la Montaña de Burgos. Para ser un poco más concreto, en mi propia casa.
El patio de mi casa… Pero veo que es algo tarde. El próximo día vuelvo sobre ello.
Sobre alimentos que no crecen de la tierra como carne,
ResponderEliminarpescado, huevos, queso, pan que enmohecio, una comida
que cambio su aspecto y se arruino, sal, agua salada, sopa,
hongos. harina, cerveza, hierbas que crecen sin ser sembradas
como comino, sobre vinagre que se mezclo con agua y puede
ser bebido, bendice 'Shehakol' (Sh. A. 204)
2. Sobre vinagre solo, no bendice ya que causa dano y sobre
vino que tiene aroma de vinagre y gusto de vino bendice
'Bore peri Haguefen' y si se abstienen de tomarlo por su
acidez bendice 'Shehakol'; Sobre el sedimiento del vino bendice
'Bore Peri Haguefen'. (Ibid)
3. Si bebe agua para saciar su sed bendice 'Shehakol' y luego
'Bore Nefashot' y si la toma para que le baje algo que se le
Sidra/Sidrah : Porción semanal
ResponderEliminarhttp://www.worldlingo.com/ma/enwiki/es/Weekly_Torah_portion
Ya que me haces propaganda te dejo el significado de tu nombre:-)
ResponderEliminarBelo en http://strongsnumbers.com/hebrew/1094.htm
Viejo y Osti: Boca, entrada
Calle de la antigua entrada .
Josepo
Woe to you, who hath understanding, for giving credence to nightmarish dreams, for they come back to bite you in the ass.
ResponderEliminarHas pulido una ocurrencia no más sensata que la del grafómano Arana y ahora tenemos al muñidor de tamaña majadería venido arriba. Al final el conflicto con los txakolineros será obra del Mosad, que quiere recuperar la capitalidad del shehakol-inya para Tel Aviv. Espera a que empiece con el kas-kol, que también podría ser bendecido de la misma manera, y el kalimotxo acabará siendo una maniobra judeomasónica para amansar etílicamente a la alegre y combativa muchachada.
https://www.eitb.eus/es/television/programas/una-historia-de-vasconia/judios-de-vasconia/videos/detalle/5752444/video-la-palabra-txakoli-podria-tener-origen-ritual-judio-bendicion/
ResponderEliminarSHEHAKOL NIYA