Zigor Etxeburua Urbizu es el Director General de Euskera de la Diputación de Guipúzcoa, desde que ésta vino a manos de Bildu. También ha sido desde el principio un elemento de Kontseilua. Así se llama el ‘Consejo de los Organismos Sociales del Vascuence’. O, por si eso no nos dice nada, quedémonos con esta autodefinición: «Kontseilua constituye la esencia del movimiento que trabaja en pro del euskara». Desde 2001 aglutina las múltiples asociaciones que decían trabajar por esa lengua, y que hoy forman un conglomerado de medio centenar, o casi, con acceso al dinero público.
Zigor (Alza, 1970- ), «especialista universitario en euscaldunización» –la cursiva no es mía, sólo la c, más propia en castellano que la k–, tiene interés por que se sepa dónde y quién usa el vascuence.
Al efecto, empezó cargando sobre sus jóvenes espaldas la responsabilidad del ‘Mapa de Euskalgintza’. Esta palabra apareció en escena a mediados de los 60 para designar el activismo pro eusquérico. Sin embargo, más de una vez ha sido criticada como sinécdoque camuflada, al tomar la lengua y cultura como pretexto o trampolín de acciones políticas de amplio espectro (sin excluir la kale-borroka).
En realidad cualquier cosa , por chabacana que sea, grosera incluso y disgusting (por decirlo en la lengua del Bculinary [1]), cabe en el Mapamundi de Zigor, siempre que se haga con dinero público y se etiquete ‘en pro de nuestra lengua y cultura’.
Pues bien, con mapa o sin él por ahora, Zigor desde su nueva responsabilidad como Director General se propone elaborar «un registro completo de ‘vascoparlantes’». Hemos leído bien, registro completo: de organismos, asociaciones y hasta de ciudadanos. De hecho, la noticia lo llama también «Censo».
Que la cosa va en serio, lo confirmaba el Diputado general Martín Garitano, aunque sin aclarar el objetivo que se persigue, y que según la oposición socialista no puede ser otro que «clasificar» a la ciudadanía.
Antes de que el lector cierre con disgusto esta página –que bien merecido lo tiene–, le ruego me acompañe otro parrafito, nada más. Es sólo para que se haga una idea de cómo este desgraciado país tiene la calamidad y el castigo que merece.
Detrás de la referida noticia sobre el ‘censo’ venía este único comentario:
Sugar dijo...
«Censos se hacen de todas las cosas, incluido de quien habla que idioma, sobre todo si es un idioma de la tierra. Como vas a saber las necesidades de una lengua si ni siquiera sabes la gente que lo habla ni como lo habla. Lo que me parece raro es que ese censo no exista ya, muy mal hecho el responsable.
Los unicos que organizarian censos para cometer algun hecho nazi sois vosotros y los vuestros.»[2]
A ‘Sugar’ la zigorrada le parece lo más natural del mundo: «censos se hacen de todas las cosas». La criatura confunde censos con estadísticas. Que tampoco las hay de todo. ¿Tenemos acaso un ‘censo’ de vegetarianos que tocan la ocarina? Pues ya nos falta otro, además del de vascoparlantes.
En serio: ¿Sabe ‘Sugar’ dónde está la oficina del censo de alcohólicos? ¿la de antitaurinos? O por citar una que le podría venir más a mano, ¿la de simpatizantes de Bildu? ¿Le parece normal a ‘Sugar’ un censo nominal y riguroso de deficientes mentales? Porque podría llevarse un susto.
¿Qué le importa a la Administración en qué habla cada cual en mi escalera, si a los propios vecinos –como gente educada que somos– nos tiene sin cuidado? ¿Qué ‘necesidades del euskera’ se descubren así?
«Lo que me parece raro es que ese censo no exista ya». Estadísticas lingüísticas es lo que nos sobra en este país. Pero censos son otra cosa. Dígame, ¿y quién tiene derecho o está autorizado a realizar un censo así?
Fíjese, por otra parte, en los sujetos del censo: los vascoparlantes (y por exclusión, los que no lo son). La diferencia entre euscalduna y vascoparlante puede ser demasiado sutil para ‘Sugar’, pero son conceptos distintos. Si la noticia es correcta, lo que quiere censar Zigor o la Diputación de Guipúzcoa no es quiénes saben vascuence, sino quiénes lo usan. Si fuese lo primero, cabría pensar que es para su euskalgintza, su propaganda del euskera. Pero no es eso, se trata de censar a los buenos euscaldunas por un lado, y a los malos vascos o antivascos por el otro. Como siempre: valerse del lenguaje, primero para discriminar, luego para dividir y enfrentar a la ciudadanía por cuestiones identitarias.
«Necesidades de una lengua». Otro (u otra) que cree que las lenguas padecen necesidades. Las lenguas ni sienten ni padecen. Son las personas las que sufren imposiciones o las que disfrutan imponiendo sus preferencias a los demás.
En fin, ‘Sugar’: lo que revela tu comentario es que hay gente que veis normal el que la Administración (o el Poder) invada el ámbito privado y controle la intimidad de cada cual. Y eso es el totalitarismo, ‘Sugar’. Eres fascista, tal vez sin saberlo.
Al Dios Yahweh de la Biblia no le gustaban los censos. Cuando el rey David se montó uno –fuese por vanidad, o para organizar el Fisco y el Ejército– allá que se topa con el profeta Gad, que le da a elegir de tres castigos uno:
– tres años de hambruna;
– tres meses de derrota militar;
– tres días de peste en el país.
El rey tiró por lo más corto y eligió la peste: un zigor terrible, que se llevó por delante a 70.000 hombres. Esto es, sin contar mujeres y niños. Por suerte, el propio David se fue de rositas.
A nosotros tampoco nos gustan censos como el de Zigor. Porque ¿quiénes los realizan? ¿alguna oficina técnica?... No. Correveidiles, chivatos. Qué otro nombre dar a una asociación ‘cultural’ que dedica su precioso tiempo a identificar establecimientos vascohablantes –¡examinando de la lengua a los empleados!–, y publican la lista en la Red:
«La asociación cultural Bizarrain de Altza está identificando los establecimientos que ofrecen su servicio en euskera durante los últimos meses. Ahora, ha estudiado los establecimientos de los grupos Arrizar y Arriberri, y de las calles de Elizasu y Roteta. Ha analizado los negocios en los que la mayoría de empleados (tres de cada dos al menos) pueden comunicarse en euskera y los ha publicado en su página web.
Estos son los establecimientos euskaldunes de dichas zonas:
En el grupo Arriberri… etc.»
Quizá lo justifiquen con que «ellos lo desean así». Bueno, eso les habrán dicho; pero señalando a unos ‘a calle hita’ están denunciando a los demás. ¿Es eso lo que el euskera ‘necesita’? Para ganar amigos no, desde luego.
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¿Para quién trabajan estos sabuesos? Hace justo un año, Zigor Etxeburua se refería a una campaña, ‘Lehen hitzetik’ etc. (Desde la primera palabra), que ya tenía en marcha en un barrio de San Sebastián. Y daba esta justificación, desconcertante a primera vista: «Este período de crisis debe ser una oportunidad para el euskera».
Sólo a primera vista. Para quienes están al corriente de un euskera con necesidades, con penas y alegrías, no les pueda extrañar ese mismo euskera aprovechando oportunidades. En la jerga nostra, ‘el euskera’ son por supuesto sus hablantes –siempre se dijo ‘el euskera’ para referirse a tierras y gentes–, y de esos hablantes los privilegiados que pueden vivir a cuenta de él. En especial, los super privilegiados, los euskaldunizadores profesionales, como Zigor. Y algo también sus sabuesos, los comisarios politico-lingüísticos que van de acá para allá censando a los ciudadanos «para que vivan en euskera, compren en euskera y soliciten servicios en euskera».
Crisis, recortes para todos... El rey David y su camarilla, de rositas.
¡Señor, qué castigo!
[1] Basque Culinary Center.
[2] No es raro que los comentarios de esta clase vayan seguidos de unas palabras en vascuence, a veces mejor redactadas que el castellano, pero no necesariamente, como es el caso. Y como también es el caso, despidiéndose con cajas destempladas: izorratu beharko zea (traducción aproximada de «os tendréis que joder»). Excuso esas tres líneas, que no añaden nada a la sustancia.
Estoy seguro que los hijos de Sabino, y sus Hijos Prodigos bildasunos, han cogido envidia a sus pares catalanes que están mostrando como juegan en cataluña pasandose leyes por el ano, comisarios lingüísticos, etc, etc.
ResponderEliminarY de la misma forma, estoy convencido que en la Alemania de los años 30 había gente que le parecería perfectamente normal marcar con una estrella de David a cierto colectivo. Y si no le pareciera bien ponerles la estrella, seguro que le parecería estupendo tenerlos en alguna lista.. por si acaso.
Certero D. Belosti. No sólo hacen censos, aquí en el lugar, y mucho antes del nacimiento de Bildu, la mancomunidad, regida por el PNV, colocó en cada comercio y cantina un cartelito (en el que predomina casualmente el color amarillo) indicando su nivel de euskera.
ResponderEliminarGracias por el aviso, Belosticalle. Tal vez lo más preocupante sea la poca repercusión del asunto, a juzgar por una búsqueda en Google sobre [censo de vascoparlantes], o similar.
ResponderEliminarY aún más preocupante, tal vez, la explicación oficial posterior:
El registro de vascoparlantes, según las citadas fuentes, reunirá los nombres e identidades de los ciudadanos, asociaciones y organismos que soliciten recibir las comunicaciones oficiales de la Diputación sólo en euskera.
Perdón, me he dejado atrás el enlace:
ResponderEliminarLa Diputación de Gipuzkoa aclara que el registro de vascoparlantes no será un censo
Gracias, Plazamoyua, por el enlace y la precisión.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo: el parche no sirve, la explicación no convence. ¿Puede la Administración vasca excusar el deber del bilingüismo en sus comunicados oficiales?
Cualquiera ve que un censo o padrón de vascohablantes, al pie de la letra, es materialmente imposible (amén de ilegal e inmoral, aunque esto no preocupe a todo el mundo). Pero los pinitos ahí están, con esos familiares del Santo Oficio levantando atestados.
Soberbio D. Belosticalle. Y aterrador. Es increíble la pasividad con la que la sociedad vasca se deja conducir al totalitarismo.
ResponderEliminarSi alguien puede pedirlo unicamente en euskera, ¿podría pedirlo yo únicamente en español?
ResponderEliminarYa puestos a tocar los huevos, se hace bien y jugamos todos.
Sr. Ogro, aparte de que en eso estoy con usted, tal vez lo más curioso sería ver cuánta gente pedía información bilingüe.
ResponderEliminarMientras leía su entrada, han venido a mi cabeza imágenes de los años 30 y un banco en una plaza en el que está sentada una mujer que se tapa la cara. En el respaldo del banco aparece pintada la frase "Nur fur Juden".
ResponderEliminarSus análisis están escritos con estilete. Como siempre, excepcional.
Terrible, D. Belosticalle.
ResponderEliminarSi sus padres le bautizaron como Castigo debió de tener una infancia bastante dura. El País Vasco es, sin duda, el paraíso de Freud.
¿Cómo se puede puede llamar a un hijo Zigor? ¿Nomen humilitatis? Pues echo de menos los Porcarius o Dejectus de esclavos y siervos de toda la vida. Nomen, omen. (Y ese peso, ¿no debería ser el propio bautizado quien lo soportara?). Luminoso Belosticalle, aplaudo mucho la reacción de Yahweh.
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